La Manipulación gráfica

por Alexandre Pich

La manipulación gráfica es el arte de dibujar en el espacio formas, trayectorias y mecanismos, enmarcado por una escritura con el cuerpo y el objeto. Pone en juego caracteres-imágenes, figurativos o abstractos, tomados de un vocabulario común al público y al artista y los ordena secuencialmente para componer un cuadro, un recorrido o una historia.

 

Influencias múltiples

En el contexto de los rituales y los ritos de iniciación, los gestos y vestimentas que transformaron al hombre religioso no parecen haber sido utilizados con un objetivo gráfico, excepto quizás en el caso de la danza de los aros por los indios de América “inventada” por un manitú, Pukawiss1 que proponía una serie de figuras muy geométricas compuesta por 1 a 18 aros, cargada de significados figurativos y místicos. El universo de los ejércitos y de las artes marciales está marcado por las manipulaciones de armas o de símbolos que se caracterizan por la habilidad, la velocidad de ejecución y la armonía de las composiciones espectaculares, como por ejemplo los lanzamientos de banderas en Italia, retomados, en particular, por el Cirque du Soleil en Zarkana. Algunas maniobras o desfiles ponen en marcha un trabajo colectivo muy gráfico que crea formas, ondulaciones, estallidos, desplazamientos de bloques rígidos, perfectamente dibujados.
En el mundo de la danza, Loïe Fuller a fines del siglo XIX, hacía serpentear los velos de su traje siguiendo temáticas y según una dinámica de movimientos cambiantes que acompañaban proyecciones de motivos y de colores. En 1915, Dave y Max Fleischer inventaron la rotoscopie, técnica cinematográfica que destaca los contornos de los personajes en movimiento. Un siglo más tarde, el japonés Masahiko Sato y el grupo Euphrates crearon para la pantalla un ballet rotoscope donde las secuencias de la bailarina eran materializadas por trazos virtuales, rectos o en volutas intermitentes. 

 

 

El arte cinético, cuyas bases establecidas a partir de 1920 se fundaron en los conceptos de construcción, de mecanismos y de fenómenos ópticos, se desarrolló en 1960. Proclamaba la belleza del movimiento y en el caso de ciertas obras, solo faltaba la intervención del cuerpo para poder hablar de manipulación gráfica.
El Cubismo, el Futurismo, luego el Constructivismo y el Bauhaus explotaron activamente las formas geométricas y abstractas y el movimiento generado. Su entorno y su visión estética se extendieron al campo de las artes en vivo ofreciendo las primeras actuaciones y representaciones sobre los escenarios. Se hacía principalmente hincapié en las composiciones en el espacio de formas e imágenes relacionadas con máquinas y sus mecanismos, que interactuaban para crear un universo pictórico global sobre el escenario. Los decorados se inspiraron en el arte moderno, la escenografía era móvil y los cuerpos cubiertos con trajes geométricos, creados por diseñadores como los Delaunay, a menudo prolongados por medio de objetos, como en la obra de Oskar Schlemmer (a quien el malabarista Malta Peter rindió homenaje en 2015 en su composición L’homme en bois, presentada en el Bauhaus de Dessau). Sin embargo era difícil hablar aún de una escritura gráfica que ningún manifiesto futurista había reivindicado. 

 

 

La manipulación de la maza a través del tiempo y del planeta

En Persia, a través de los siglos, los luchadores Pahlavani utilizaban dos mazas de guerra para un entrenamiento físico diario. Los objetos y el principio de manipulación se extendieron hasta la India, luego siendo llevados a Europa por colonos británicos a principios del siglo XIX, abarcaron un público más amplio. Lo que hasta allí sólo servía como una buena preparación física adquirió conceptos estéticos, de geometría de la manipulación y de placer. En 1900, George W. Patterson, de Chicago adaptó mazas indias con bombillas eléctricas y presentó en la oscuridad secuencias de figuras de algunos segundos que fotografió con un tiempo de larga exposición. Se dibujaban entonces formas geométricas en el espacio: ¡había nacido la manipulación gráfica!

 

 

La práctica se difundió poco a poco y contribuyó a principios de los años 2000 a la aparición de la teoría de los antispin y al descubrimiento de nuevas figuras. Equivalente del site-swap para los objetos en rotación, esta teoría permitió no solamente sistematizar las posibilidades de movimientos en rotación sino también “limpiar” las figuras de las imperfecciones no geométricas. Puede aplicarse a todos los objetos en rotación: mazas, bastones, aros o buugengs. Herramienta esencial para la manipulación gráfica, permite efectuar trayectorias muy precisas, circulares, lineales, etc.
Pero la verdadera revolución gráfica se debió a Michael Moschen quien creó, en los años 1980, rutinas de manipulación gráfica con aros, palillos, eses (buugengs), grandes tubos y bolas transparentes de acrílico. Utilizando la técnica del punto fijo donde el objeto en su conjunto o un punto del objeto permanece estático en el espacio, mientras que el cuerpo que lo sostiene por su parte, se desplaza, Michael Moschen hizo levitar sus objetos y les dio trayectorias intencionales muy precisas. Propuso estética pura con formas geométricas que se conectan siguiendo lógicas visuales… gráficas. 

 

 

Posteriormente, Jochen Schell con sus aros y sus trompos, Jive Faury con sus tres mazas, luego con su caña y finalmente sus cuerdas, Emanuele Marongiu con sus bolas de cristal, crean rutinas de manipulación gráfica. Este último, miembro de una comunidad londinense, contribuyó a mediados de los años 90, en particular con John Blanchard, Dimitri Ogden o Dugh, a la propagación de la manipulación gráfica por medio de los convenios de malabarismo y por Internet. Estas pequeñas comunidades se unieron a un nuevo movimiento llamado flow, que tomó forma a principios de los años 2010 en los Estados Unidos, en torno a las disciplinas de rotación de objetos incluidos objetos incandescentes. El movimiento flow busca el bienestar y la serenidad en la práctica. Pero se abrió a las manipulaciones gráficas y acogió nuevos objetos como los buugengs a principios de los años 2000, los pares de Iso baton y los pares de “ocho” – eight-rings. En paralelo se formaron colectivos que dieron lugar a los primeros espectáculos de manipulación puramente gráficos tales como Très très très del colectivo Piryokopi. 

 

 

En plena evolución, la manipulación gráfica es una “performance” por el hecho que implica al cuerpo, el espacio y el tiempo. Se puede considerar cinético ya que pone de manifiesto la belleza del movimiento. Por ultimo crea un vocabulario de formas y movimiento, que constituye su especificidad.