por Pascal Jacob
El equilibrio sobre pértigas ya era practicado en China durante el reino de la dinastía Song. El uso de un aparato destinado a conectar simbólicamente dos cuerpos, pero que a la vez desafía sus equilibrios respectivos, refuerza la dimensión alegórica de la actuación. La pértiga es un guión entre dos existencias, pero es también un bello aparato, un pretexto para realizar secuencias técnicas espectaculares.
Un ejercicio clásico de los saltimbanquis de Rayastán consistía en mantenerse en equilibrio sobre el vientre en la extremidad de una pértiga de bambú de varios metros de altura. Una proeza similar consistía en hacer subir a un niño sobre la punta de una pértiga de bambú a la cual se le había fijado una pequeña plataforma, sujetada por un portor: el contraste resultaba impresionante entre la ligereza aparente del niño, el largo del bambú y la impresión de extrema vulnerabilidad que reflejaba la proeza en su integralidad. El artista Japonés, Hayatake Torakichi, presentó hacia 1857 un número denominado “Kyokuzashi”, que consistía en dos largos bambúes transportados en equilibrio sobre los hombros, en el extremo de los cuales se encontraba un acróbata, un malabarista o un transformista… Como eco de estas proezas, un rollo pintado del período de Edo (1615-1868) conservado en el Metropolitan Museum de Nueva York, representa también acróbatas en equilibrio sobre una larga pértiga afianzada al suelo.
El juego de las banderas, una especialidad china reservada inicialmente a las ceremonias tradicionales y a los desfiles de calle, es un sustituto del trabajo con la pértiga, pero consiste sobre todo, en dirigir bambúes de nueve metros de alto decorados con largos trozos de sedas de colores vivos que los portores colocan en equilibrio frontal, sobre los hombros o que son lanzados sobre distancias más o menos largas para crear un asombroso ballet, entre fuerza y habilidad.
Una técnica inusitada
En Occidente el trabajo con la pértiga, que es bastante poco frecuente en comparación con otras disciplinas, no conoció verdaderas fronteras. En los años 1970, los Kalikoas y los Siberas actuaron regularmente en Francia con números similares que combinaban la performance, una pincelada de dramatización y un toque de humor. En 1999, con motivo de la creación del Barnum's Kaleidoscape, el dúo de origen búlgaro Petrov, complicó la técnica de la pértiga efectuando una ascensión sobre cable oblicuo y habilidades sobre cable tenso. Los Kailafov, una compañía familiar rusa, presentaba un número donde las pértigas eran armadas a simple vista para crear nuevas arquitecturas, cada vez más complejas, lo que fue un pretexto para equilibrios espectaculares a muy gran altura.
La tropa militar de la provincia de Guangdong mantuvo mucho tiempo en su repertorio un colectivo de pértigas, llevadas al hombro por acróbatas en equilibrio inestable sobre esferas de madera. Los acróbatas en el tope de cada una de las pértigas multiplicaban las figuras y los saltos de un aparato a otro…