El nacimiento del Augusto

Sin embargo existe una fuente, invalorable, rara, explícita. En un libro consagrado al jubileo de los 50 años del circo Renz¹, fundado en 1846 en Berlín, el periodista Alwill Raeder le dio la palabra a Ernst Renz y a su entorno. Reunió y anotó los programas de papel y ubicó en una trama cronológica los hechos más destacados de las temporadas del circo. Así, el 3 de noviembre de 1874, una simple pequeña frase indicaba: “Augusto por un jinete de treinta años. Es la primera aparición de esta nueva figura cómica. Anuncia su llegada a través de un estornudo sonoro que estalla en el momento de una pausa de la orquesta. Vestido de negro, con una corbata y un chaleco blanco demasiado grande que resaltan, el pantalón con arrugas en la canilla, Tom Belling se encuentra de pie en el montador. Su comportamiento es distendido al igual que su traje. El jinete avezado, elegante, se muestra de una torpeza grotesca, provocando risas”.

Tom Belling era el hijo de un picador-jefe británico, Frederic Belling, que estudió con Jacques Tourniaire o los Franconi antes de viajar a América del Norte donde creó el Hyppodrom Fred Belling. Nacido en Filadelfia el 24 de abril de 1843, Tom se formó en equitación y en volteo ecuestre. Participó en las pantomimas y en distintas fantasías junto con los payasos de la compañía, los hermanos Lee, los Gatley, los Mariani o William Kemp. Pero fue a él a quien el director confió el nuevo papel, que desalojaría al Popanz, equivalente berlinés de los mozos de pista. Alwill Raeder señalaba: “Tom (…) ha hecho prueba de una polivalencia asombrosa, que culminó con la creación del personaje famoso, el de un jefe palafrenero torpe llamado Aujust².”

Tom Belling figuraba en 1877 en el programa del Cirque d’Été y el Cirque d’Hiver junto a Océana Renz, Anna Fillis, John O' Brien y el payaso Chadwick, todos oriundos del circo Ernst Renz. Pero no beneficiaría en París del mismo capital de aprecio que en el circo alemán y para que “Môssieur Auguste” conquiste realmente al público parisino, sería necesario esperar la llegada del Inglés James Guion al Cirque d’Été en 1880. El personaje torpe a quien el público del Hipódromo rebautizó Gugusse adoptó la silueta de Dummer August vistiendo ropa negra y chaleco blanco, que coronaba con una reducción ridícula de peluca con tupé de los payasos de principio del siglo, el copete de cabello en punta del “gommeux”, retomado por Adolf Olchansky, Kesten, Foottit, Sestac, Luigi y Paolo Fratellini o Gregorio del Busto. Con el pasar del tiempo, el Augusto cambió de silueta pero no desapareció, incluso a pesar de la publicación de un comunicado de la prensa europea, del 10 de marzo de 1900: “Nos enteramos vía Berlín de la muerte del payaso Tom Belling, universalmente conocido bajo el nombre de Augusto. Fue él quien creó esta figura divertida y popular entre el público de los circos del mundo entero. Tom Belling tenía cincuenta y ocho años.”