par Pascal Jacob
Fundado en mayo de 1974 por iniciativa de la actriz Silvia Monfort y del jinete Alexis Gruss, el Cirque à l'Ancienne es considerado uno de los pioneros de la renovación de las artes circenses iniciada a finales de la década de 1960. Creado con motivo de una exposición en el Musée en herbe del Jardin d'Acclimatation, conoció un éxito tan rotundo que los socios decidieron prolongar la aventura.
La tropa, en el sentido molieresco del término – que fue sin duda uno de los motivos de la extraordinaria cohesión que se percibía en la pista – , se instaló entre las columnas del peristilo del Hotel Salé en el distrito del Marais, entre los árboles de la plaza Chautemps, antes de establecerse durante varios años en los antiguos mataderos de Vaugirard. El principio fundacional oscilaba entre una reconstitución libre de los ejercicios ecuestres y acrobáticos del siglo XIX, inspirada en particular por una lectura minuciosa de las estampas de la época y la capitalización del conocimiento de los miembros de una familia de circo. Alexis Gruss, su padre André, su esposa Gipsy, su hermana Martine, su hermano Patrick, su hermana Bella, constituyen la columna vertebral inicial del Cirque à l'Ancienne, una forma artística que se basa en los códigos clásicos de representación, pero que reivindica el arraigo en su época y afirma la simplicidad del vestuario y la pureza del gesto como una reapropiación de la elegancia y el virtuosismo de los orígenes, asumidos como una forma de modernidad.
El Cirque à l'Ancienne representó un quiebre de estilo con el llamado circo tradicional de la década de 1970, en particular por el predominio de los ejercicios ecuestres, particularmente omitidos en la mayoría de las compañías que entonces actuaban en Francia. Al colocar el caballo en el corazón mismo del proyecto, los Gruss anuncian el regreso de la conquista más bonita del circo y prefiguran el Théâtre Équestre Zingaro y el Théâtre du Centaure, creados respectivamente en 1986 y 1989. El caballo dio origen a la pista y es quien ha contribuido en gran medida a condicionar la evolución de las formas, de los registros espectaculares, del repertorio y del vocabulario circense a lo largo del siglo XIX. Al forjar la trama de cada uno de sus espectáculos durante cuarenta años a partir de este emblemático animal, los Gruss reivindican su apego a la historia y a lo que representa para el circo desde 1768, pero asociando el dominio de su práctica a una concepción estética y técnica que resuena como un manifiesto a favor de un circo separado de toda la escoria que lo ha abarrotado durante casi un siglo. Muy rápidamente, Alexis Gruss eligió crear una obra anual basada en un tema que le permita desarrollar nuevos números y asociar gradualmente a sus hijos y alumnos de L´École au Carré, también fundada en 1974. París-Pekín, De Lautrec à Picasso, Banquistes ou Gipsy fueron formas de revitalizar una memoria algo borrosa, de explorar nuevos territorios e integrar elementos escenográficos con un cuidado especial en el diseño del vestuario como elemento esencial.
A principios de la década de 1980, Alexis Gruss recurre a Jean Eden, un diseñador de moda, para crear el vestuario. Fue él quien diseñó los atuendos de Martine Gruss para la recreación de La Poste, un ejercicio imaginado por el jinete Andrew Ducrow en 1827, y de Stephan Gruss para su acto de arquero mongol en un caballo al galope. Cuando el Cirque à l’Ancienne se convirtió en Cirque national en 1982, Alexis Gruss invitó al escenógrafo y diseñador de vestuario Yannis Kokkos a crear el vestuario para tres de sus espectáculos. Al combinar de esta manera las influencias, Alexis Gruss se inscribe en las preocupaciones de sus contemporáneos, pero conserva el principio de yuxtaposición de números para definir su identidad.
Con una caballeriza de unos cincuenta caballos, Alexis Gruss elabora sus espectáculos en función de sus animales, de las aptitudes de estos para el aprendizaje de nuevas figuras para llevar a cabo verdaderos cuadros vivientes, magníficos carruseles, notables composiciones de libertades y la exploración de las bases, los desarrollos y mutaciones de un repertorio codificado a lo largo del siglo XIX adaptándolos constantemente a la trama de sus composiciones.
